Palabras para referir un naufragio
Buscaré palabras para escribir la
dureza de estos días.
Haré uso de conjuros, formulas,
exorcismos.
Echaré mano del misal y el agua
bendita, hasta que los demonios se cansen.
Conocí el nombre y el rostro de cada uno de tus fantasmas y no
hice alianza con ellos,
como hicieron otros.
Guardé tu nombre y no tomé de ti, más de lo que quisiste
darme, que fue mucho.
Escribiré –de nuevo- la crónica de la destrucción de
Cartago.
De sus tierras aradas con sal, para que nada creciera.
Campos secos, huesos blancos.
El sol que cae como plomada y que nada construye.
Quise construir cosas, sembrar, pero la sal quema las
semillas
y la tierra no soporta
construcciones.
La lluvia no sabe que estos parajes existen.
Así escribiré también, la historia de un viaje.
El relato de una noche que no fue.
El temblor presentido de tu cuerpo, que se quedó quieto y me
echó fuera…
Un viaje por mar.
Una nave que zarpa de un puerto a otro,
de El Pireo a Rodas, de Castries a Trinidad.
No importa.
En todas partes el mar es la misma materia húmeda y salada,
camino de la partida o del retorno.
Referiré una tormenta, un naufragio donde te ahogas y frente
a ese mar, en el balcón de la ciudad, respiraré una tarde.
Llenaré mis pulmones de aire mientras tú yaces en ese fondo
azul-negro.
Me llegará tu olor y sentiré un gran cansancio.
No lloraré por tu alma.
Te habré olvidado…,
Quizás.