viernes, octubre 13, 2017

Cortometrajes Urbanos 15 / Casi un niño...



Yo estuve en Libia y en Europa del este, en Rusia... En Libia hicimos entrenamientos. Era una época interesante, la época chula de la izquierda... En la década de los 80 el entusiasmo se había desvanecido y me fui a Nueva York. Ahí empecé a meter mano con los colombianos. Eran los tiempos jodones de los carteles. Hice muchos trabajos con ellos. Para ese entonces había muchos edificios vacíos en el Bronx y los usábamos para arreglar a los que fallaban. Uy, hice muchos trabajos entonces... Podríamos estar hablando de eso durante horas pero seguro usted no querrá oir detalles profesor...

-Realmente no...

La gente como usted no lo sabe -sin ofender profesor- pero matar gente es como hacer el sexo con alguien, sólo da trabajo la primera vez. La segunda viene suave, casi sin darte cuenta. Los colombianos me tenían mucha estima porque yo no barajaba los encargos... lo que me pedían lo cumplía y sin salpicadero, algo limpio. No había preguntadera ni nada... Nadie se me fue y no dejé ningún cabo suelto... los cabos sueltos son las cosas que terminan jodiendote un día... un testigo, un familiar vengativo, hasta uno mismo con un remordimiento inoportuno... La vida y la muerte son dos caras de una misma moneda o algo así... no soy muy inteligente profesor... vivo al día de hoy y aunque usted no lo crea duermo tranquilo...

-No teme por su vida?

-Mi querido Blonda, los clientes míos están todos presos o muertos. Cuando vi que la vaina se venía abajo jalé para acá y, como había tenido la precaución de no haceme de familia o afectos me fue fácil desaparecer en el ruido... He sobrevivido haciendo trabajitos aquí y allí, cosas honestas profe. A nadie le he levantado la mano pero si, he tomado precauciones. Sacar gente del medio se vuelve algo instintivo... Mire por ejemplo, eso de la seguridad ciudadana, de lo que la gente se queja tanto hoy día... hace como un mes iba camino a casa de noche y un muchacho me amenazó con una pistola. Le dije:  tranquilo que te entrego lo que tengo mientras miraba a un punto indeterminado detrás de él, como si yo estuviese atento a alguien ahí... eso lo distrajo y estoy seguro de que murió sin saber que pasó. Era jovencito, casi un niño...

jueves, abril 28, 2016

Cortometrajes Urbanos 14/San Miguel Arcángel

El primer día de abril de aquel año fue viernes. Un día  soleado con un cielo de pocas nubes. Nos encontramos con el sol de las tres de la tarde detrás de la vieja iglesia de San Miguel porque una puerta trasera nos llevó allí.

Caminando con ella me siento libre y en esa libertad tomo su mano, su mano muy pequeña. Al pasar por la puerta lateral del templo veo unas humildes mujeres en los bancos y en el altar la imagen del Arcángel Miguel espada en mano. No lo sabe, no se lo digo pero nos pongo a los dos bajo su protección y en ese momento me dice:

-Me he dado cuenta de algo que me gusta. Es la primera vez que estoy con alguien sin nada de por medio.

-¿Nada como que?

-Una sustancia. En mi caso siempre había un joint o una raya de cocaína… Cosas así… Aquí no hay  eso.

Yo sonrío y le doy la razón. Sé que puedo amarla mucho y que en un ratito la tendré por vez primera. Siento esa ansiedad previa al primer encuentro, a la primera entrega de la carne, porque de su alma ya he tenido un atisbo pequeñito pero suficiente para saber cosas profundas.


Cuento con San Miguel para que nos cuide…




jueves, abril 07, 2016

Cortometrajes urbanos12/La Mar de Santo Domingo…

De pequeño yo solía andar por esos lugares alrededor del obelisco. De muy pequeño, pues siempre iba de la mano de alguien. Mi abuela nos mandaba de paseo al parque Hostos, que ella  que no era para nada trujillista, llamó siempre parque Ramfis.

Algunos recuerdos guardo de haber caminado sobre el viejo rompeolas que guarda la rada del puerto de Santo Domingo. Siempre hay poesía en el hecho de venir a la orilla del mar. Al final todos somos viajeros y como caribeños, gentes del mar.

Hay belleza en esta tarde, en esta plaza que ofrece un terraplén sobre la mar. El muro del rompeolas, lo que queda de él,  es el camino que lleva a la punta donde un anciano toma el sol en ropa interior. Algunos hombres pescan con anzuelo y sedal en las aguas, contaminadas de la desembocadura del rio, donde desde hace varios días esperan tres barcos. Sólo Dios sabe qué orden aguardan y hacia qué puerto irán.  Son props de la escenografía puestos ahí para mí.

Hoy quiero ser feliz y alejar un poco lo gris. La he convocado a ella conmigo; lo que miro no es solo mío, lo comparto. Esta ciudad al borde del mar da para los dos.


Al final del muro encontramos un espacio para ver en la mar cosas que no habíamos visto o sería mejor decir: la mar nos revela cosas que no habíamos visto. Me quito la camisa y me quedo al sol y a la brisa marina. Es entonces cuando veo y siento. Veo una sonrisa y siento una mano en mi espalda, tan cálida como ese sol que recorta las siluetas de los edificios. Un regalo de la mar de Santo Domingo que está ahí, azulita en esta tarde. 



miércoles, marzo 02, 2016

Cortometrajes urbanos 11/Radios fuera de sintonía

Se quejaba del ruido, de la música alta. Siempre se preguntaba el por qué de esa afición a la estridencia. Decía que su origen estaba en que la gente se había acostumbrado a oír los radios fuera de sintonía. Y aún así, la ciudad la llamaba, la atraía y era lindo verla caminar en ella...

domingo, noviembre 15, 2015

Cortometrajes Urbanos 10/Uncanny visions...

 Yo estaba recién salido de mi primera desintoxicación y para esos días no dormía bien. A partir de la cuarta noche en casa empecé a notar que a eso de las dos de la mañana alguien estacionaba un carro al final de la calle y sacaba un aparato estereofónico y escuchaba música por tres cuartos de hora aproximadamente.

Eso sucedía todas las noches. Al cabo de un rato, apagaba el equipo lo guardaba y arrancaba. Me quedaba en la cama quieto. Nunca miré hacia afuera, me daba miedo...

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sábado, noviembre 14, 2015

Preguntas acerca del tiempo...

Entonces esa será la pregunta:

¿Dónde está el tiempo?

¿Dónde está nuestro tiempo?

Nuestro tiempo se ha ido,
ha escapado hacia las continuidades del devenir.

La ciudad es la misma y yo camino solo.

Las piedras son las mismas, cubiertas por el musgo resbaloso después de las lluvias o polvorientas durante la estación seca.

La estación estéril donde nada crece sino el odio.

 Esa eres tú ahora...

miércoles, octubre 28, 2015

Preguntas sobre la luz

Y me pregunto yo,

¿La luz dorada de esta hora, es la misma en el centro de la ciudad que en los suburbios?

¿Se ve igual sobre el muro de este edificio que en la colina mínima del parque de tu barrio?

¿Se perciben los mismos reflejos sobre las aceras de Gazcue que en el territorio limpio de tu cama?

La luz es la misma en todas partes, sólo que a veces engaña, juega con nosotros y nos plantea acertijos de perplejidad.