viernes, junio 22, 2007

Cosas que uno se encuentra en la calle

A pesar de que nuestros grafittis no poseen la profundidad de los grafittis sudamericanos, desde los cuales se hace crítica social y política, casualmente me he encontrado esta especie de manifiesto en Santo Domingo Este.

martes, junio 05, 2007

El 30 de mayo y los trujillistas


Al inicio de la semana me planteaba continuar desarrollando el tema de la gestión municipal, sin embargo, la fecha me lleva a pensar en los hechos acaecidos en la noche del 30 de mayo de 1961 y el desarrollo posterior de la sociedad dominicana.

Es de todos sabido que esa noche, hace ya 46 años, un grupo de valientes acabaron, ajusticiando a su representante, con una de las más horrendas dictaduras que el continente americano haya conocido. No quisiera hacer disquisiciones sobre el móvil de aquellos héroes, haré abstracción de cualquier proyecto político personal o colectivo que tuvieran los conjurados, no obstante, quisiera detenerme en la observancia de la fecha al cabo de casi medio siglo de haber sucedido el hecho y en momentos en que la sociedad dominicana padece una inversión de valores y un desgaste moral que llevan a muchos a perder la fe en el proyecto democrático. Esta situación se plantea particularmente peligrosa debido a que, si bien Trujillo cayó muerto aquella noche, aún el trujillismo encuentra espacios donde medrar, sobre todo el trujillismo sin Trujillo, quizás la especie mas perniciosa de una actitud política dañina ya que al ser liberada de la imagen del sátrapa le permite enquistarse cual virus insidioso en los intersticios del cuerpo social enfermándolo, pudriéndolo y llevándolo a la decadencia.

Los trujillistas viven, sobreviven y han disfrutado del poder en todos los gobiernos habidos desde el 1961 a la fecha. No solo los que fueron coetáneos con su líder sino muchos jóvenes que no estando vivos en aquella época hoy se suman ejerciendo y perpetuando actitudes trujillistas en su diario accionar.

Es necesario exorcizar ese espíritu de nuestra sociedad y una acción para iniciar ese proceso seria observar debidamente la fecha del 30 de mayo de cada año, que no sea un aniversario que pase desapercibido, que incluso sea un día feriado y si se quiere alegar que ya hay muchos días feriados en nuestro calendario propongo cambiar el 6 de noviembre, día de la Constitución por el 30 de mayo. Esta última fecha sirve para celebrar un amanecer de libertad y la primera para hacer actos en honor a un documento, que si bien es fundamental para la vida de una nación, en nuestro caso, sólo ha servido en manos de muchos de esos trujillistas ocultos para justificar desmanes y tratar de imponer odiosos proyectos personales.

Marcos A. Blonda es arquitecto