viernes, mayo 15, 2015

Es algo duro el olvido

Es algo duro el olvido, algo terrible el abandono. Saber que aquello que nos acompañó algún día es materia que el tiempo borrará. Y es así, es un tránsito dialéctico indefectible siempre y cuando abramos las compuertas a esas aguas que todo lo arrasan. Entonces ese viejo hotel que se alza sobre una elevación junto a la playa no será más que un montón de madera podrida, hierros viejos y oxidados. Ese automóvil en el que recorrimos aquel camino una tarde, se perderá, lo disolverán décadas de lluvia. Sin embargo, lloverá detrás de los cristales y una tarde gris recuperaré el momento primero en que te sentí cercana porque el olvido no puede tocarlo, lo tengo bien guardado…