miércoles, julio 19, 2006

Ciudad y delincuencia

La ciudad como sabemos, no es sólo el hecho físico construido en el tiempo sino también, entre otras cosas, las relaciones sociales que se dan en ese entorno. Estas relaciones se dan a muchos niveles y determinan de una manera u otra las estructuras de la cotidianidad que son las que al final dan vida a la urbe. Santo Domingo, que ha visto un tránsito abrupto desde una modernidad descapitalizada hacia una posmodernidad caracterizada por el sobresalto, la carencia y el abandono de la capacidad de asombro ante lo abyecto, hoy ve afectada esa estructura vital del hecho urbano por la escalada delincuencial que afecta nuestra ciudad. La delincuencia, el ejercicio del crimen, es sin lugar a dudas el factor que mas distorsiona la vida diaria de los ciudadanos. Alrededor del hecho delictivo surge todo un tinglado de leyendas urbanas que lo magnifican, lo que tiene un efecto directo sobre la psiquis del individuo que sin haber sido victima directa del hecho teme en el futuro verse envuelto. La vida se hace más medida y no para bien, nos eximimos de placeres, paseos, caminatas y otras actividades, siempre atentos ¨a lo que pueda pasar, por que la cosa no está fácil¨.

En los barrios pobres de nuestra ciudad la situación tiene matices dramáticos, pues los ciudadanos, o se encuentran inmersos en el campo de batalla entre criminales o son victimas de primera ocasión para los mismos. Solo hay que oír uno de los tantos programas de radio interactivos para saber la odisea que atraviesa un habitante de Santo Domingo para poder asistir a su trabajo y llegar sin ser asaltado o robado. De la misma manera se dejan casas, se cierran negocios y se abandonan los viejos lugares en donde se ayudó a construir un pedazo de ciudad. Atrás quedan vivencias, sueños, inversiones que no se recuperarán jamás.


Santo Domingo está hoy en la encrucijada, atrás queda su pasado de ciudad somnolienta, socialmente integrada y amable y se enfrenta al futuro posmoderno de una metrópolis del trópico con múltiples problemas materiales y sociales. A pesar de que la delincuencia no es un problema nuevo, existe desde siempre, los matices que ostenta hoy día si lo son. Es por ello que ante esta problemática deben exigirse soluciones creativas, como podría ser por ejemplo el diseño de una política real contra el crimen que implique una verdadera reforma de la policía, la participación de todos los actores del conglomerado social y sobre todo el ejercicio de la responsabilidad ciudadana en la denuncia constante del delito y de los que lo ejercen.


Marcos A. Blonda es arquitecto

3 Comments:

At 11:21 a. m., Blogger Ivan T.B. said...

Efectivamente la delincuencia es grave para el desarrollo de el conglomerado de relaciones sociales de la ciudad que, como usted plantea, al final tiende a influir en la percepción de la misma.

Ya no caminamos, no se puede uno sentar en algún parque... Y si antes no lo hacíamos, ahora mucho menos.

 
At 7:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

Marcos, realmente Santo Domingo fue alguna vez una : "ciudad somnolienta, socialmente integrada y amable" ?

Desde el punto de vista de quién?

Desde qué década perdio ese carácter casi idílico?

 
At 9:32 a. m., Anonymous Anónimo said...

Lebert says good work

876-383-5850

 

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